Una buena competencia lectora favorece nuestro éxito escolar.
Todos sabemos que las familias desempeñamos un papel fundamental en el hábito lector, pero muchas veces no sabemos qué cosas debemos hacer y cuáles no.
Desde luego no hay fórmulas mágicas pero hay dos ingredientes fundamentales: el tiempo y la constancia.
El principal objetivo es conseguir que la lectura forme parte de la vida cotidiana con nuestros hijos. Esto no lo lograremos de un día para otro pero las siguientes orientaciones os pueden ser muy útiles:
- Procura que haya libros en casa desde que son pequeños.
- Actúa como ejemplo para ellos: que te vean leer y disfrutar de la lectura. La mente de un niño razona de forma sencilla y lógica: Si veo que las personas más importantes en mi vida leen y se lo pasan bien leyendo es porque debe ser algo bueno y entretenido seguro.
- Lee para ellos, especialmente cuando son pequeños. Si encuentras un momento al día, como por ejemplo cuando se van a la cama, les encantará y ayudará a que se duerman con más tranquilidad.
- Mantén una actitud positiva hacia la lectura y no le eches en cara que lea poco. La lectura será en gran medida para ellos lo que vean que es para ti.
- Asocia la lectura a una actividad libre y lúdica: En casa deja que lea lo que le guste. Permitámosle que si no le gusta lo que ha comenzado a leer pueda cambiarlo por otra lectura. No sitúes sus lecturas como alternativa a ver la tele o a hacer cualquier otra actividad y mucho menos las utilices como castigo. Sería muy contraproducente.
- Comenta con tu hijo lo que ha leído sin que parezca que le examinamos.
- Visita con él librerías y bibliotecas. Que se conviertan en lugares agradables y entretenidos.
- Fomenta que forme su propia biblioteca y que trate a sus libros como algo preciado y valioso.
- Animemos a leer todo tipo de lecturas: No solo son cuentos y novelas. También hay maravillosos cómics, revistas, poesías, álbumes ilustrados, adivinanzas, canciones, acertijos, blogs y webs educativas con interesantes artículos infantiles y juveniles, etc. Todo forma parte del estupendo mundo de la lectura y sirve igualmente para motivarles.
- Pidámosles que nos lean: Esforcémonos en encontrar un momento del día en el que puedan leernos algún capítulo o parte de lo que estén leyendo mientras realizamos tareas cotidianas de la casa (planchar, cocinar, doblar ropa, fregar...). Tiene múltiples beneficios: Desarrollan una mejor lectura en voz alta (que ya de por sí es una destreza), dan sentido a la lectura puesto que leen para alguien muy importante para ellos y ya de paso pueden ser el ingrediente esencial para que se enganchen a la lectura. No tenemos por qué escuchar detalladamente todo lo que leen, pero sí seguirles en la historia y comentarlo con ellos sin examinarles.
Por último, mucho ánimo a todos y creedme; se puede. No lo olvideis: Tiempo y constancia.
Miguel de Cervantes: El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
Umberto Eco: El mundo está lleno de libros preciosos, que nadie lee.
Benjamin Franklin: Gastar dinero en los libros es una inversión que rinde buen interés.
Jules Renard: Cuanto más se lee, menos se imita.
Gustavo Adolfo Bécquer: El recuerdo que deja un libro es más importante que el libro mismo.
¡Eso es todo amigos!
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