En el pasado, para algunas civilizaciones, los volcanes eran manifestaciones claras de la cólera de los dioses. Hoy solo son un fenómeno natural que debe ser vigilado por el riesgo que conlleva.
Los volcanes son los puntos de la superficie terrestre por lo que se expulsa al exterior la roca fundida que hay en el interior de la tierra.
El magma, también llamado lava, es una mezcla de roca fundida, gases y fragmentos sólidos que se pueden encontrar a una temperatura de entre 700 y 1200 grados centígrados.
Hay volcanes muy tranquilos, pero otros son tremendamente activos. En cualquier caso, vivir cerca de uno de ellos siempre conlleva riesgos.
Cerca de la ciudad italiana de Nápoles, existía en época de los romanos una ciudad llamada Pompeya. Dicha ciudad estaba asentada junto al monte Vesubio, el cual era un volcán aunque muchos de sus ciudadanos ni siquiera lo sabían. Llevaba 800 años sin entrar en erupción.
Un 24 de Agosto del año 79 después de Cristo, el volcán entró en erupción arrasando y sepultando bajo tierra toda la ciudad y gran número de sus habitantes. Una auténtica tragedia de leyenda.
LAS PARTES DE UN VOLCÁN.
EL VESUBIO SEPULTA LA CIUDAD ROMANA DE POMPEYA.
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