¿Cómo reconocer al niño disléxico?

La dislexia es un trastorno en el aprendizaje de la lectura que presentan niños con un coeficiente intelectual normal, sin otros problemas físicos, pedagógicos o psicológicos que puedan explicar dichas dificultades.

Estadísticamente, en cada aula, de 25 alumnos hay al menos un niño con esta dificultad de aprendizaje y en casi un 50% de los casos va acompañado de problemas en el dominio de la lectoescritura.

Hay conceptos erróneos con relación a la dislexia como que "leen al revés". Esto se debe a que tienen problemas para recordar los símbolos de las letras con sus sonidos y los patrones de las letras en las palabras.
La dislexia no es una enfermedad y, por lo tanto, no existe una cura. Con un diagnóstico adecuado, cuanto más temprano mejor, una terapia adecuada y todo el apoyo necesario, pueden perfectamente tener éxito a lo largo de su escolaridad y más tarde como adultos.

No se debe hablar de dislexia antes de los 7 años: los fallos en la escritura que se cometen antes de esa edad pueden formar parte de la evolución normal en la adquisición de la lectoescritura. 
Un problema de dislexia normalmente es detectado en el colegio. Una vez diagnosticado, los padres no deben sentirse angustiados por el tema, sino apoyar y dar confianza a su hijo para que éste logre superar las dificultades que presenta.

Atendiendo a los criterios de la Asociación Británica de Dislexia y otras fuentes, los signos que pueden tener (algunos de ellos, no necesariamente todos) atendiendo a su edad, son los siguientes:

NIÑOS DE EDUCACIÓN INFANTIL (Únicamente signos. Recordemos que no hablaremos oficialmente de dislexia hasta los 7 años de edad):
  • Historia familiar con problemas disléxicos (padres, hermanos, otros familiares).
  • Retraso en aprender el habla con claridad.
  • Confusiones en la pronunciación de palabras que se asemejan por su fonética.
  • Falta de habilidad para recordar el nombre de cosas, por ejemplo los colores.
  • Confusión en el vocabulario que tiene que ver con la orientación espacial.
  • Alternancia de días "buenos" y "malos" en el trabajo escolar, sin razón aparente.
NIÑOS HASTA 9 AÑOS:
  • Particular dificultad para aprender a leer y escribir.
  • Persistente tendencia a escribir los números en espejo o en dirección u orientación inadecuada.
  • Dificultad para distinguir la izquierda de la derecha.
  • Dificultad de aprender el alfabeto y las tablas de multiplicar y en general para retener secuencias, como por ejemplo los días de la semana, los nombres de los dedos de la mano, los meses del año...
NIÑOS DE 9 A 12 AÑOS:
  • Contínuos errores en lectura y lagunas en comprensión lectora.
  • Forma extraña de escribir, por ejemplo, con omisiones de letras o alteraciones del orden de las mismas.
  • Desorganización en casa y en la escuela.
  • Dificultad para copiar cuidadosamente en la pizarra o en el cuaderno.
  • Dificultad para seguir instrucciones orales (Para poder concentrarse, a veces recurren a tocar y tener cosas en las manos. Mientras sigan nuestra explicación podemos dejarles hacerlo. Es una necesidad kinésica y les ayuda a mantener la atención).
  • Aumento de la falta de confianza y de la frustración.
NIÑOS DE 12 AÑOS EN ADELANTE:
  • Tendencia a la escritura descuidada, desordenada, en ocasiones incomprensible.
  • Inconsistencias gramaticales y errores ortográficos.
  • Dificultad para expresarse por escrito.
  • Tendencia a confundir las instrucciones verbales o los números de teléfono.
  • Gran dificultad para el aprendizaje de lenguas extranjeras.
  • Baja auto-estima.

EL PAPEL DE LOS PADRES 
El papel más importante que tienen que cumplir los padres de niños con dislexia quizás sea el de apoyo emocional y social. Esto requerirá frecuentemente tener que darle algún tipo de explicación acerca de las dificultades derivadas de la dislexia. 
El mensaje que debe recibir es que todos sabemos que ha tenido que esforzarse mucho más en su trabajo para alcanzar su nivel actual de lectura y escritura. Además, debemos comunicarle que se le seguirá queriendo aunque no pueda ir especialmente bien en el colegio.
Es igualmente importante dejarle claro al niño que con esfuerzo puede tener éxito en sus resultados. Sin esto, será dificil que se esfuerce en intentarlo.
Ante todo, es importante seguir la instrucciones dadas por el especialista del colegio y el tutor así como tener mucha paciencia en la evolución de los resultados.

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